Thursday, October 10

Desarrollemos la Inteligencia Afectiva como método de resistencia

Por: Mariano Quiroga

Desde que la Inteligencia Artificial comenzó a circular de manera masiva, los interrogantes acerca de su funcionamiento y potencial peligro para la humanidad se hicieron cada vez más presentes. El más escuchado es el que se pregunta si la IA puede llegar a tener sentimientos. Me llama la atención esa observación cuando en realidad lo que nos deberíamos plantear es qué pasa con nuestros sentimientos frente a la cruda realidad.

¿Qué es lo que sucede con nuestra empatía frente a las noticias que vemos a diario y que reflejan lo que sucede en nuestro país desde que la “motosierra” comandada por Javier Milei arrasa sobre los derechos de todos los argentinos?

Las redes sociales nos arrojan contenido que se supera constantemente en niveles de crueldad. Parecería que estamos sumergidos en una novela futurista donde las riendas de la Argentina las tomó una serie de robots que no muestran ni un rasgo de humanidad. Lo triste es que muchos compatriotas, notablemente afectados por las políticas impulsadas por la Libertad Avanza, también carecen de signos vitales. Son seres conectados en línea las 24 horas del día, consumiendo noticias, fotos, memes y videos en TikTok de forma automatizada, haciendo el siguiente recorrido: dejan una reacción, putean, lo comparten en cientos de grupos de WhatsApp y siguen consumiendo contenido.

No habita la facultad del pensamiento sobre qué es lo que se puede hacer con esa información, la cual queda anulada por la inmediatez y por la avidez de noticias, como si el enemigo, en parte de su plan, hubiera incorporado la sobresaturación de información sumada a la nula capacidad de reacción.

Estamos sobrecargados de información. Nuestra capacidad cognitiva no está preparada para asimilar todo lo que está ocurriendo, dejándonos al Detox Informativo como única salida ante semejante empacho de contenidos. Apostando a la pausa y a la tarea de generar diálogo con el otro como vacuna ante el mileismo. Es el momento de construir con Inteligencia Afectiva redes solidarias dentro de trincheras virtuales y físicas.

La primera lucha es por no permitir que nos automaticen la indignación, la bronca y la tristeza. Aún estamos a tiempo de pasar a la acción sobre territorios donde la Inteligencia Artificial aún no tiene jurisprudencia. Somos seres humanos en movimiento con la posibilidad de desplegar la Inteligencia Afectiva. Para eso, tenemos que abandonar la lectura pasiva de esta crónica anunciada y responderle a este gobierno cuya doctrina es el algoritmo de TikTok con una resistencia donde el trending topic sea la empatía por el otro.

Programemos la Inteligencia Afectiva desde las entrañas de nuestras trincheras. Generemos una IA que, lejos de ser artificial, sea bien humana. Una IA que no adormezca sus sentimientos sino que los potencie, convirtiéndonos en seres que tiemblan de indignación cada vez que se comete una injusticia, dejándonos la vena latiendo al saber que en este país tan terrible y abrumado, nosotros aún seguimos insoportablemente vivos.

1 Comment

  • Omar Staltari

    Muy buena reflexión, tenemos que poner una muralla ante este tsunami de ataques provocativos y crueles , al sentido común del pueblo

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